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Folclore

Antequera, por su situación geográfica, es cruce de caminos, lo que explica que por ella hayan pasado a lo largo de los siglos todo tipo de gentes y culturas. Sin embargo, a pesar de este trasiego, conserva intacto desde antaño un cante y un baile que la define: el Fandango Antequerano. Como sucede en la mayoría de los bailes populares, el fandango antequerano nació para la conquista y el coqueteo entre hombres y mujeres. Los pasos de este baile lo muestran claramente, con los devaneos, engaños, cambios de pareja para terminar con la pareja elegida en un princio, final feliz.

El fandango antequerano es un baile reposado y ceremonioso que, a pesar de su carácter popular, se asemeja más a un baile de salón. Suele bailarse en dos partes, de tres estrofas cada una, las cuales se componen a su vez de un paso de baile y de un paseíllo que se repite en todas ellas. Tanto la música como la letra y los instrumentos que acompañan a este baile también son populares. En este sentido, cabe destacar la utilización de un instrumento casero, el almirez, que va marcando el compás del fandango.

Los trajes con los que se baila el fandango antequerano son muy elegantes. La mujer viste un corpiño de terciopelo negro, con mangas cortas de seda del mismo color de la falda, la cual se adorna con una o dos tiras de encaje negro o beige. También luce enaguas, puchos y medias blancas, tejidas estas últimas a mano. Los zapatos son negros de tacón, con lazos que se atan a las piernas. La cabeza la llevan adornada con un tocado de encaje y claveles.

Por su parte, el hombre lleva camisa blanca con fajín rojo a la cintura y una chaquetilla de color discreto adornada con caireles y flores de lis confeccionadas en fieltro. El pantalón es del mismo paño que la chaqueta, ajustado y corto, y se acompaña de botos al tobillo y polainas. Completa el conjunto un pañuelo anudado a la cabeza, a modo de bandolero, y catite negro.

Aparte del fandango, nuestra ciudad también tiene dos canciones que forman parte de su folclore: La Zapatilla, canción propia de reuniones familiares y celebraciones, principalmente de la Navidad; y El Feliciano, canción típica de excursiones y paseos de campo, que lleva aparejado un baile parecido a los pasacalles.

Hay infinidad de canciones populares y de juegos para niños, recopilados por especialistas locales en la materia.

El Flamenco y la Copla en su brillante historia cuenta con una nómina de antequeranos y antequeranas que ensanchan la ya de por sí nutrida presencia andaluza.

Desde hace unos años se está desarrollando en Antequera un movimiento muy interesante en torno al Blues y al jazz. Todos los años, en el mes de Julio, se celebra el prestigioso y reconocido Festival de Blues, que inunda diferentes espacios de la ciudad en los envolventes y sugerentes ritmos de esta manifestación  musical. Además, también en el mes de julio, se celebra un festival de jazz conocido como Najera Jazz, que cada vez está adquiriendo mayor auge en nuestra ciudad.